Una nueva ley hipotecaria para proteger… a los bancos

Marzo de 2018

Mucho se viene hablando de que la nueva Ley de Crédito Inmobiliario dará más protección a las familias y llevará más control a las ejecuciones hipotecarias. La nueva ley hipotecaria que se ha sacado de la chistera el ministro Guindos no aporta nada nuevo, dado que habilita al banco con más herramientas de control y seguimiento de los créditos hipotecarios concedidos, lo que permitirá a las entidades financieras más margen de maniobra ante los impagos y los alzamientos. Sin embargo, las familias continúan a merced de estas entidades que tendrán, como siempre, la última palabra gracias a la protección del dinero.

El Gobierno ha contado, para superar el debate de totalidad, con el respaldo de PP, Ciudadanos, PDeCat, PNV, UPN, Coalición Canaria y Foro Asturia, se han abstenido PSOE y Nueva Canarias. Todavía la ley tiene que pasar por el Pleno del Congreso, trámite que sí ha forzado la oposición.

La nueva Ley obliga a las entidades financieras a detallar ante notario que todas aquellas cláusulas de la letra pequeña se han dado a conocer al cliente y abaratará las comisiones por cancelación. Amplía el límite de tres meses de impago para ejecutar una hipoteca y facilita la conversión del préstamo de interés variable a fijo casi sin gastos.

No habla para nada la nueva ley de la dación en pago, así como tampoco se podrá conocer a quien se le debe la hipoteca, debido al uso de los fondos de titulización que permiten la compra-venta de los créditos a cualquier entidad.

Esta ley se ha hecho a medida de las entidades financieras que querían cubrirse las espaldas ante la impopularidad que han creado los desahucios indiscriminados. También la UE quería que España tuviese una ley hipotecaria acorde a la directiva europea de créditos bancarios.

Las familias y las clases trabajadoras, las más azotadas por el desempleo y la precariedad deben seguir viéndoselas con banqueros sin escrúpulos. Estos solo buscan el enriquecimiento gracias a las necesidades de la gente. ¡Ni gente sin casas ni casas vacías, por la expropiación de las viviendas a los bancos sin indemnización!