150 Aniversario de la Comuna de París

Drucken
Abril de 2021

… se lanzaron a la obra “loca” de tomar el cielo por asalto.

El 18 de marzo de 1871 se producirá la primera revolución genuinamente proletaria de la historia, duró unos dos meses y su represión fue tan brutal que cerca de 20.000 parisinos fueron ejecutados por la soldadesca sin siquiera ser juzgados, más de 45.000 fueron detenidos, encarcelados o deportados.

Los aires de grandeza del emperador Napoleón III llevaron a Francia a declarar la guerra contra Prusia y a su humillante derrota en la batalla de Sedan, donde el mismo Napoleon III será capturado y hecho prisionero por el ejército del canciller Otto Von Bismarck. Este episodio dará lugar a la proclamación de la tercera república francesa y a la elección de un nuevo gobierno burgués.

El pueblo de Paris resiste el asedio de los prusianos durante mas de cuatro meses hasta que la nueva Asamblea nacional burguesa decide firmar la paz y permite al ejército prusiano desfilar triunfante por las calles de París, pero este no se apoderará de la ciudad y se retirará de inmediato al pueblo de Versalles. El gobierno de la tercera república tiene miedo a una revolución obrera en París y dirigido por Adolphe Thiers manda al ejército a desarmar a la guardia nacional parisina y a incautar los cañones que hasta entonces habían defendido la ciudad; esto provoca la indignación del pueblo y la insurrección popular, pasándose la mayor parte del ejército a las filas de los comuneros. Thiers y sus leales junto a la burguesía de la ciudad huyen a Versalles donde se habían establecido la asamblea legislativa del nuevo gobierno burgués y el ejército prusiano.

El comité central de la guardia nacional parisina que es el único gobierno efectivo que queda en París, renuncia a su autoridad y proclama elecciones para la Comuna. Esta, es constituida el 18 de marzo y los 92 miembros del consejo comunal incluirá obreros, artesanos, pequeños comerciantes, profesionales como médicos y periodistas, y un gran número de activistas conocidos por su defensa de los trabajadores, todos estos delegados podrán serán revocados en cualquier momento. Cada distrito parisino eligió a sus delegados por voto directo a la comuna que no cobraban más que un sueldo obrero no superior a la media y la asamblea pasó a ser legislativa y ejecutiva. Así se buscaba eliminar la corrupción y los gastos suntuosos del Estado burgués.

En una ciudad de más de dos millones de habitantes las primeras medidas a tomar serán alimentar a la población, para ello se crean comedores colectivos, también hay que dar cobijo a miles de familias, por eso se decide una moratoria en los pagos de alquiler y una requisa de viviendas vacías que había dejado la burguesía en su huida, los talleres y fábricas abandonadas son gestionados directamente por los obreros, se separará Iglesia del Estado y la religión pasará a ser un asunto individual de cada uno.

La escuela será laica, obligatoria y gratuita y muchos templos serán transformados en escuelas laicas para educar a los niños, además de lugares públicos de reunión y asambleas donde se podrá discutir los problemas y decidir las soluciones a seguir democráticamente.

Otras medidas como la abolición de la guillotina, la libertad de prensa, la concesión de pensiones a las viudas e hijos, o la legitimación de los hijos fuera del matrimonio entre otras, serán aprobadas también por el gobierno de la comuna.

Desde Versalles se observa como el orden social establecido empieza a resquebrajarse y cómo se demuestra que una sociedad sin la burguesía al mando puede auto-gestionarse. Los prusianos liberarán a los soldados prisioneros franceses, para formar un ejército al mando de la tercera república que tomará París por la fuerza, en la llamada “semana sangrienta”

La lección de la Comuna es que la clase trabajadora no puede sólo tomar el aparato del estado tal cual es para sí, sino que debe romper esa máquina infernal, destruirla.

Las mujeres y hombres de la Comuna de París impusieron el primer desafío de gran calado al orden social capitalista.Las discusiones en torno a la propiedad de los medios de producción, al imperialismo, al papel de la mujer y sobre todo al movimiento obrero como sujeto político nos deja una lección y un baño de realidad en la que una sociedad sin clases es posible.