Los ricos siguieron enriqueciéndose, incluso en plena pandemia

Drucken
Septiembre de 2022

Los datos recién publicados sobre el impuesto de Patrimonio no dejan lugar a dudas: en plena pandemia los más ricos siguieron haciendo caja y sus beneficios aumentaron en casi 11.000 millones. Según la prensa … “los resultados del Impuesto de Patrimonio de 2020 revelan cómo los procesos de concentración de la riqueza mantuvieron su intensidad en España incluso cuando el país sufrió, con un desplome del PIB del 10%, su mayor descalabro económico desde la guerra civil”, superior, incluso, al acumulado entre 2009 y 2013 con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Estas estadísticas recién publicadas se refieren a los “superricos”, es decir, aquellos que poseen fortunas superiores a 6 millones de euros, que pasaron de ser 7900 personas en 2019 a 8198 al año siguiente, casi 300 más.

Por otra parte, el informe de la Central de Balances del Banco de España, referido al primer trimestre del 2022, los beneficios ordinarios empresariales crecieron un 62% durante los tres primeros meses del año. En euros contantes y sonantes “las empresas españolas cotizadas en Bolsa ganaron 31.685 millones de euros en el primer semestre de 2022” (El País, 30/ 08/2022).

¿Por qué han subido los beneficios empresariales? Entre otros factores, porque la inflación ha hecho subir los precios y bajar los salarios. Las ventas empresariales, aunque se mantengan, aumentan porque los precios suben. Por ejemplo, imaginemos que todo lo que se produce en un país, el Producto Interior Bruto, (PIB) nominal es de 1.000, distribuyéndose 600 en forma de salarios y 400 en forma de beneficios. Si los precios se duplican, entonces el PIB pasará a ser de 2.000 y, si los salarios han aumentado menos que la inflación (por ejemplo, de 600 a 1.100), entonces los beneficios habrán crecido a un ritmo superior a la inflación (de 400 a 900).

Es decir, la inflación es un arma de la patronal para aumentar los beneficios a costa de los salarios. O, dicho de otro modo, es uno de los mecanismos por los que los capitalistas reducen la parte de la riqueza que corresponde a los trabajadores. ¡Que no te engañen!