El origen de la inmigración es la explotación

Εκτύπωση
abril 2006

Sólo en los dos primeros meses de este año han sido detenidos más de 1400 inmigrantes irregulares que intentaban llegar a Canarias. Dice la prensa que de cada tres pateras, una no llega jamás a su destino y que son miles los cadáveres perdidos en las aguas que separan el Sáhara de Canarias.

Debido al refuerzo de la "cooperación" entre Marruecos y España y a las vallas de Ceuta y Melilla, ahora más altas, parece ser que ahora los inmigrantes salen más por Mauritania, con quien el gobierno de Zapatero está negociando en estos últimos días un acuerdo para repatriar a estos inmigrantes, hasta ahora inexistente.

El gobierno sabe perfectamente que en muchos casos la repatriación no se hace efectiva por falta de medios, condenando a los inmigrantes a deambular fuera de la ley de un lugar a otro, sin posibilidades de trabajo legal y propiciando así que caigan en los circuitos de la delincuencia.

No son las medidas represivas las que harán agotar los flujos migratorios, que hunden sus raíces en el subdesarrollo, la pobreza y la miseria del pueblo africano. Hay que recordar que esta pobreza está vinculada al saqueo, pasado y presente, de las riquezas del continente africano por los grandes grupos empresariales europeos y norteamericanos.

La fortuna y la riqueza actual de Europa se construyeron, desde siglos, con la apropiación de las riquezas agrícolas y mineras y sobre la explotación y esclavitud de las masas rurales y urbanas del continente africano.

Mientras existan tan escandalosas desigualdades económicas, todos los alambres de espinos y todas las barreras del mundo no podrán impedir las olas migratorias de los países pobres hacia los países ricos.

20/03/06