Reino Unido: Su “progreso” significa recortes letales

Εκτύπωση
Julio - Agosto de 2022

El secretario general del sindicato ferroviario RMT, Mick Lynch (al que el infantiloide Secretario de Transportes, Grant Shapps, y Boris Mophead llaman “jefe” y “cacique” del sindicato), ha dejado claro que la huelga ferroviaria no es sólo por los salarios, sino también por el recorte de más de 2.900 puestos de trabajo de mantenimiento de vías, críticos para la seguridad.

Los trabajadores más veteranos recordarán el horror de los accidentes de tren en el período previo a la privatización de los Ferrocarriles Británicos por parte de los conservadores, causados directamente por los recortes en el mantenimiento de las vías y las señales.

Hoy, la renacionalizada Network Rail, propiedad del gobierno, quiere despedir a sus trabajadores cualificados y aumentar las horas de trabajo de los que se quedan – ¡de hecho es una versión letal de “despedir y volver a contratar”! Estos jefes (junto con sus homólogos operadores de trenes), también quieren el cierre de TODAS las taquillas ferroviarias. No les importa nada ayudar al “público viajero”.

El máximo responsable de Network Rail llama a estos recortes “facilitar la reforma y la modernización”. Se acusa a los trabajadores de aferrarse a antiguas prácticas que impiden el “progreso”. Cuando no es del progreso de la sociedad de lo que hablan estos señores del robo, sino del “progreso” de sus beneficios y dividendos para los accionistas.

Es simple matemática: ¡a menor coste de la mano de obra, mayor recaudación! Y el escándalo que subyace en los beneficios del ferrocarril es que las empresas y sus accionistas se han pagado directamente con las subvenciones del Estado, es decir, con el bolsillo de los contribuyentes.

Traducido de Workers’ Fight.org