Reino Unido: Una guerra que conviene a los dirigentes occidentales mientras la población ucraniana paga el precio más alto

Imprimir
Abril de 2022

Hace una semana que Putin envió su ejército a Ucrania. Las bombas y los bombardeos y los llamados ataques “selectivos” ya están matando y mutilando a la población y pulverizando las infraestructuras. Sin embargo, los verdaderos adversarios de Putin, detrás de esta muerte y destrucción indefendibles que ha instigado contra el pueblo ucraniano -que es tratado como carne de cañón por delegación- son los líderes imperialistas de la OTAN, Jens Stoltenberg, Biden y Johnson, en primer lugar.

Hoy se felicitan por haber tenido “razón” todo el tiempo sobre las intenciones de Putin. Pero la suya es una profecía macabra y autocumplida. Todo el tiempo se negaron a entablar conversaciones sobre la reducción de la amenaza de la OTAN contra Rusia, como exigía Putin, ya sea irracional o no (y si es irracional, es aún más cínico). Sabían, mejor que nadie, cuál era el precio de su negativa. Pero a pesar de ello, Biden canceló las conversaciones propuestas.

¿La excusa de Biden? Que Putin ya había enviado soldados a Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, reconociéndolas como “repúblicas independientes”. Pero esto también era totalmente predecible. Durante 8 años, ha habido combates en el Donbás, entre los rebeldes que apoyan a Rusia y los nacionalistas ucranianos.

Los protocolos acordados en Minsk en 2014/15, que debían organizar referendos sobre el autogobierno, nunca fueron aplicados por el Parlamento ucraniano.

Ahora hay un estado de guerra terrible para todos en Ucrania. Los líderes europeos, Johnson y Biden, se atreven a elogiar el heroísmo de los ucranianos que están plantando cara (¡con cócteles molotov y poco más!) al enorme, pero tal vez renuente, ejército de Putin, mientras esperan más de la llamada “ayuda letal” de Occidente. En todo el tablero político, los políticos occidentales -incluidos los laboristas de Starmer- levantan sus propios puños nacionalistas reaccionarios, como Johnson, diciendo “gloria a Ucrania”. Como si hubiera “gloria” en esta catástrofe, que sin duda esperan que debilite a Putin, de una manera u otra.

Pero mientras los refugiados ucranianos atraviesan las fronteras de Ucrania, ¡ni siquiera se les permite el paso libre a Gran Bretaña! Por supuesto que no. Una prueba en sí misma, si se necesita, de la absoluta hipocresía del gobierno de Johnson.
Es probable que esta guerra sea mucho peor. Pero lo peor también está por venir para las clases trabajadoras aquí y en otros lugares -aunque en un nivel totalmente diferente- ya que Johnson y sus compañeros se esconden detrás de la guerra y la crisis post-Covid de su propia creación, para tratar de hacer que los trabajadores acepten los ataques cada vez más intensos del gobierno y de la patronal.

Traducido de worker’sfight.org