La cura de la Hepatitis C, una posibilidad... ¡Que depende de la empresa privada!

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enero 2015

Por los medios sabemos del problema y de la lucha que están llevando a cabo los enfermos de hepatitis C para ser tratados de su enfermedad. Muchos de estos enfermos, paradójicamente, tienen aprobado desde hace tiempo el tratamiento solicitado, pero este no llega. Lo más penoso es que a muchos de estos enfermos lo que les falta es tiempo.

Muchos médicos se lamentan de que con el nuevo medicamento se está más cerca que nunca de la posibilidad de eliminar la enfermedad, pero el precio del medicamento es elevado. Una posibilidad revolucionaria, una posibilidad médica de salvar vidas, pues el medicamento tiene una efectividad muy elevada, se encuentra en manos de los laboratorios privados, ávidos por los beneficios. Y aunque las cifran bailan, hay unos 35.000 enfermos que lo necesitan ya.

Es por ello que los 125 millones de euros que el gobierno ha presupuestado para los nuevos fármacos no cubre a la totalidad de los enfermos. Para que el problema resulte aún más penoso, sólo hay que recordar que muchos de estos enfermos fueron contagiados con transfusiones de sangre en los años 80, dado que en esos años no se hacían los controles que se exigen en la actualidad. Al parecer con el dinero que pone en la mesa el Ministerio de Sanidad, sólo podría medicarse alrededor de un 20% de estos enfermos.

Solvadi es el nombre del medicamento en cuestión, medicamento que podría salvar la vida de las 12 muertes que se producen al día, por carecer de él. Los afectados, con razón, dicen que estas no son muertes, sino asesinatos.

Médicos sin Fronteras denuncian que la India rechazó reconocer la patente de sofosbuvir de Gilead Sciences -la empresa farmacéutica- y que hoy en día , por los genéricos y porque hay otras marcas, el precio en la India por cada pastilla son 10 dólares frente a los 1000 dólares que cuesta en EEUU, precio similar al de Europa este último.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 130 millones de personas en el mundo podrían estar enfermos. La ventaja de los nuevos medicamentos -dice- es que realmente curan. Los hepatólogos dicen que estos nuevos medicamentos suponen una revolución a la altura del descubrimiento de la penicilina. Pero tal innovación está supeditada a los intereses económicos de las grandes empresas farmacéuticas.

¡Una prueba más de que esta sociedad -la misma que gasta una cantidad ingente de dinero en conflictos armados- está loca y conduce a la humanidad a la barbarie!