Irak, Siria: el imperialismo conduce a la guerra

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febrero 2015

Los veintiún países, incluida España, que forman la coalición imperialista dirigida por los EEUU contra EI, Estado Islámico, reunidos el 22 de enero de 2015, anunciaron que la guerra sería "larga y difícil". El ministro británico de Asuntos exteriores, Philip Hammond, declaró que se necesitará "por lo menos uno o dos años" para empujar a EI fuera de Irak. Los dirigentes norteamericanos admiten ahora que queda "mucho por hacer" para debilitarlo. Aún se está lejos de las declaraciones de Obama en 2014 cuando afirmaba: "Vamos a vencer y finalmente destruir al Estado Islámico en Irak y el Levante".

Además de los bombardeos aéreos norteamericanos y europeos, hay soldados en el territorio iraquí. Los periódicos hablan de 3 000 soldados norteamericanos, a los cuales cabe añadir los 35 000 mercenarios contratados por sociedades privadas, los 17 000 empleados de la embajada de los EEUU en Bagdad y un gran número de consejeros y formadores presentes entre las fuerzas armadas iraquíes. Aun después de la salida oficial de sus tropas en 2011, los EEUU nunca han dejado de tener una presencia militar en la región.

Sin embargo, seis meses después de los primeros bombardeos, el EI todavía no ha sido destruido. La mitad de Siria y un tercio del territorio iraquí siguen estando bajo el dominio del EI, directamente o a través de milicias que se han unido a ellos.

El EI impone su dictadura feroz en las regiones que controla. Un experto norteamericano observaba: "En Mosul, la población no tiene derecho de salir de la ciudad. Si unos sin embargo lo hacen, se toman miembros de sus familias como rehenes y, si los que se han ido no vuelven en unos días o una semana, el EI amenaza con matarlos". No muy lejos de Kirkuk, los fundamentalistas detienen a decenas de familias desplazadas por la violencia.

La población se encuentra hoy atrapada entre las milicias integristas y los bombardeos de los ejércitos imperialistas, que no tienen nada de "quirúrgicos". Cada bombardeo trae consigo nuevos reclutas para estas milicias, que aparecen como las enemigas de los países imperialistas. Esta guerra engendra una barbarie cada vez más grande, que sufre la población civil.

¡No a la guerra imperialista en el Oriente Medio!