Más gastos militares para crear un ambiente bélico. ¡Ni imperialismo americano ni europeo!

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Abril de 2025

EEUU, con Trump a la cabeza, está reclamando a España que aumente el consabido 2% del PIB, cuánto antes, para gastos armamentísticos. Al parecer el subsecretario de Estado de EEUU ha estado conversando “cordialmente” con el Ministerio de Asuntos Exteriores español; lo que ha trascendido de esta conversación, es que se habló de profundizar “los lazos” que unen los intereses de ambos países. En este contexto guerrero el ministro de Exteriores, Albares, asistirá a primeros de abril a una cumbre informal de la OTAN.

Toda Europa está tocando los tambores de guerra. Ursula von der Leyen quiere reunir hasta 800 mil millones de dólares para gasto militar y cada país europeo busca hacer los deberes sin hacer la menor crítica pues ello significará la recuperación de una economía que ahora mismo está maltrecha y hay, pues, que reanimar, aunque para ello lo que verdaderamente están haciendo es echar el lazo al cuello a todos los trabajadores europeos.

A resultas de tales “consejos” Pedro Sánchez ha iniciado contactos con distintas empresas vinculadas con Defensa para planificar el gasto militar, como Indra, Telefónica, Hispasat, Oesía, PDLSpace, Airbus, Satlantis, entre otras. De lo que se trata es de ponerse de acuerdo en el reparto de la tarta, en ese 2% del PIB y sus subidas y ver realmente qué capacidad tienen para asimilar tanto dinero –pedidos- como les va a caer encima. ¡Sus acciones solo pueden aumentar, con este balón de oxígeno de dinero público!

Para aquellos que piensan que reactivar así la economía está bien, porque si les va bien a las empresas, les va bien a los trabajadores, están terriblemente equivocados. La historia así lo demuestra, y solo hay que ojear los grandes beneficios de las grandes empresas para poner en evidencia que tal afirmación es un bulo interesado. De hecho, hasta el Banco Mundial lo reconoce: …”La aritmética es brutalmente simple. Si menos de 100 personas controlan la misma cantidad de riqueza que los 3.500 millones más pobres del planeta, el resultado puede expresarse con una sola palabra: Desigualdad”…

Armarse hasta los dientes implica que más temprano o más tarde, esas armas se van a usar, en un lugar u otro, con lo que ello implica. Ciertos trabajadores podrán conseguir empleo en la industria armamentística, obvio; pero serán sus hijos los que manden al frente de batalla, los hijos de la clase trabajadora. El esfuerzo bélico, será un esfuerzo que pagarán los trabajadores; los distintos países no terminarán nunca de pagar la deuda, que se va a incrementar, y siempre es la clase trabajadora la que paga la factura vía impuestos, vía recortes, mientras que las grandes empresas, incluso alimentadas con gran cantidad de dinero público, recurren a la ingeniería financiera para evadir impuestos.

Parte de la población aquí en España se ha asustado con las recomendaciones del kit de supervivencia, que dicho sea de paso, son recomendaciones que sin el elemento emocional provocarían risa, si no se tratase de un asunto de tanto calado. ¿Quizás es el efecto deseado, asustar? Quieren hacernos creer que perder el “paraguas” de la OTAN es nefasto, que España no puede perder la protección de los EEUU, pero al mismo tiempo tiene que blindarse y protegerse. Crear un ambiente de miedo, un ambiente guerrero, para hacer aceptar en primer lugar todo el gasto armamentístico que quieren realizar es el objetivo inmediato. Nos muestran un escenario de guerra, donde hay mucho de escenificación, pues saben perfectamente que Putin no tiene intención, ni medios, para invadir en estos momentos Europa.
Mucha gente de izquierdas recuerdan que aquí el sentimiento anti militarista viene de décadas, cuándo se abogaba por el ¡No a la OTAN!, y a la guerra de Irak, ¡No a la guerra!, e incluso de antes, por la imposición de Franco de bases norteamericanas en España, que aún perduran. Aseguran que gran parte de la población española no quieren tanques, sino escuelas y hospitales. ¡Pero no hay que dormirse en los laureles! Debemos aprender de la historia, de aquél Felipe González que, cual encantador de serpientes, hizo que de la negativa de entrar en la OTAN, España entrase por la puerta grande.

Por eso el kik de supervivencia de todos los trabajadores europeos es la solidaridad de clase y la unión, desenmascarando a todos los encantadores de serpientes que venden humo pero que en realidad gestionan para que el sistema capitalista y sus grandes empresas sigan sacando beneficios, incluso si para ello tienen que construir tanques, buques, drones guerreros, etc, que asolen medio mundo. Las tensiones en el mundo crecen, porque la economía –esta sí- está en guerra por la supremacía de tal o cual región, no por razones altruistas, sino por el gas, el petróleo, los minerales raros, etc.

Los trabajadores no deben dejarse engañar porque nunca estarán seguros ni con el imperialismo de EEUU ni con el imperialismo europeo. Sería elegir, como suele decirse, entre la peste o el cólera. El sistema capitalista, el imperialismo, es la base de la explotación y las guerras. Por eso, si quieres la paz, ¡prepara la revolución!