Accidentes laborales: 5 muertos en la minería asturiana

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Abril de 2025

De nuevo hay que lamentar la muerte de 5 trabajadores, de entre 32 y 54 años, en la mina Cerredo, en Asturias; otros 4 están heridos con pronósticos diferentes y se encuentran hospitalizados, entre León y Asturias. Este es uno de los accidentes más graves ocurridos en España y se da la triste paradoja que se cumple este año el 30 aniversario del peor accidente en la minería asturiana, cuando 14 mineros fallecieron por una explosión de grisú en el Pozo Nicolasa de San Nicolás de Mieres.

El accidente tuvo lugar pasadas las nueve de la mañana del lunes 31 marzo, y se realizaban trabajos como parte de un proyecto de investigación privado para la extracción de minerales alternativos al carbón, con el que se busca fabricar grafito.

La consejera de Transición Ecológica de Asturias, Belarmina Díaz, ha declarado que “llevará tiempo averiguar las causas”, pero todo huele a que la explosión fue a causa de una bolsa de grisú, un gas que se genera en las minas de hulla, compuesto principalmente por metano (más de un 90%) y que se vuelve inflamable al mezclarse con el aire, lo que puede dar lugar a violentas deflagraciones.

También ha explicado la consejera que la empresa a la que pertenecían los fallecidos y heridos disponía de un “permiso de investigación complementario”, sea lo que sea que quiera decir esto, y que estaban haciendo labores de reconocimiento.

En 2024, según los datos del Ministerio de Trabajo, se registraron 1.179.202 accidentes laborales durante 2024, de los cuales 796 fueron mortales. Esto representa un incremento del 10,4% en comparación con 2023. Desde 2006, las industrias extractivas notificaban una incidencia de 33,9, el peor dato de la economía española de entonces, muy por encima del promedio (6,28) en accidentes laborales.

Todos los años desde entonces, con la excepción de 2016 y 2019, industrias extractivas ha superado a transporte y construcción como el sector con mayor siniestralidad relativa. Y decimos relativa porque mientras el transporte y la construcción emplean a casi 3 millones de trabajadores, en minería hay muchos menos, 20.815 personas con los datos de finales de 2024. Sin embargo, a pesar de los pocos trabajadores del sector, todos los años hay que lamentar los peores registros en cuánto a siniestralidad.

Con demasiada frecuencia, muchos accidentes laborales suelen ser terrorismo patronal, pues se producen por insuficientes medidas de protección y seguridad. Más de 2 muertes en accidente laboral al día, y más de 15 muertes a la semana. Cada 12 horas, ha muerto un trabajador o trabajadora en este país. ¡Son demasiados!

Pero los accidentes laborales no son tormentas o catástrofes naturales que no se puedan evitar; son realidades que, con mayor inversión, se reducirían bastante. Por ello suelen tener unos responsables directos, unos culpables, que no es otra que la patronal que trata de sacar el mayor beneficio posible, a través de jornadas que se alargan, medios insuficientes, equipos de protección anticuados, maquinaria sin revisar… La patronal es la culpable y los gobiernos que los dejan hacer, cómplices.