El negocio de las autopistas deja un reguero de despidos

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Noviembre 2019

En julio saltó la noticia: El fin de las concesiones de las autopistas en España podría afectar a unos 5000 puestos de trabajo.

Entre este año y el siguiente se irán produciendo las extinciones. Abertis, que fue adquirida por Atlantia, ACS y Hochtief posee alrededor de 1300 trabajadores directos. El resto de trabajadores afectados son indirectos.

De los 1.300 trabajadores que perderán su empleo hasta el 2021 sólo el 40% realizan labores de mantenimiento y conservación. Son ellos quienes podrán recolocarse una vez se llleve a cabo la nueva concesión, en total unos 520 trabajadores.

El resto de trabajadores, el 60% restante, está vinculado al pago de las vías, son los que expiden y cobran los tickets, que al desaparecer el puesto que venían desempeñando no van a ser recolocados e irán irremisiblemente al paro.

Abertis, que actualmente dirige el empresario José Aljaro, dejará de gestionar el mantenimiento de las autopistas de Aumar (parte de la AP-7 y la AP-4) este 31 de diciembre, la primera concesión que se extinguirá y que da trabajo a unos 300 trabajadores de forma directa

Según fuentes sindicales, cada empleo directo de Abertis genera tres puestos de trabajo indirectos. Además, han pedido a Abertis que desarrolle una cláusula que forma parte del convenio colectivo en vigor que prevé la indemnización de 33 días por año trabajado y tope de 24 mensualidades. La empresa podría llevar adelante un plan de bajas voluntarias.

Hasta el momento la dirección de Abertis calla, quizás para no poner en evidencia sus verdaderas intenciones. Se rumorea que quiere ahorrarse dinero de los despidos de los trabajadores. Según dicen, la empresa de José Aljaro pretende rebajar las cuantías de las indemnizaciones basando las subrogaciones al convenio de la construcción. El dinero es lo único que les importa a estos empresarios, ¡nada nuevo!

Pero, por otra parte, a pesar de la pérdida inminente de la concesión, Abertis niega que se vaya a producir un ERE. Ante sus propios trabajadores, la empresa sigue sin reconocer que habrá un ERE, argumentando que aún no tienen confirmación definitiva de la pérdida de las concesiones. Pero el proceso de subrogación fue tratado en un Consejo de Ministros que tuvo lugar en junio y los hechos aparecen en medios informativos con toda claridad. ¡La hipocresía es otro alarde del que hacen gala estos señores, no solo el dinero!

Fomento, que aún no tiene una cifra definitiva de los trabajadores que van a ser subrogados a otra nueva empresa estima, sin embargo, que se podría traspasar a 140 de los 300 empleados del tramo Aumar, por lo que Abertis despediría a 160 trabajadores que actualmente realizan sus labores en ese tramo.

Ya vemos que la patronal quiere sacar la gran tajada a costa de la pérdida de puestos de trabajo. Mientras los trabajadores pierden sus empleos, el patrón se llena los bolsillos gracias al producto de años de trabajo.
Por eso hay que someter la contabilidad de las empresas al control de los trabajadores. Examinar a dónde va el dinero obtenido y exigir que los beneficios reviertan en los que producen, los propios trabajadores.